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Author: Admin | 2025-04-28
La respuesta del gobierno fue rescatar al sistema de bancos, no a la gente”, dice. Finalmente, renunció en 2013, persuadido, dice, por la muerte de su abuelo materno, un pastor evangélico, y la idea de que su vida no estaba teniendo impacto positivo en la vida de otras personas.Ese halo de conversión y misticismo le llevó a bitcoin, aunque Martínez es más relajado y se desmarca de quienes asumen la moneda como religión. “No creo que sea necesario el vocabulario, la casi religiosidad o el fanatismo de mucha gente para que bitcoin sea lo que siempre va a ser. A mi óptica el valor que tiene es matemático”, dice.La empresa que fundó en El Salvador es filial de Brand New Equity Group, una compañía que opera computadoras que minan bitcoin en Nebraska, Tennessee, Florida y Canadá. Martínez participó en El Salvador de la conferencia Adopting Bitcoin, en noviembre de 2021. En el país, su empresa tiene tres objetivos: “realizar inversiones de bienes raíces, compra, venta, arrendamiento y comercialización de inmuebles; la compra, venta y distribución de componentes de electrónica y accesorios telefónicos; e inversiones en criptomonedas”. En El Salvador, todavía no mina bitcoin. 'Todavía es muy cara la electricidad en El Salvador, (entonces) es probable que haga inversiones de otros tipos como bienes raíces antes de minar', dice.En Estados Unidos, Martínez paga una tarifa de entre tres y cuatro centavos de dólar por kilovatio-hora en las fincas donde están sus mineras. Eso explica por qué la minería se aleja de las grandes urbes y zonas residenciales. “Yo no tengo a mis mineros en mi propia casa en Maryland porque yo pago electricidad residencial que es como 18 centavos por kilovatio- hora. No tiene sentido, no es tan rentable”, dice. “Si yo quisiera, podría encontrar un terreno en Nueva York donde
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